lunes, 16 de abril de 2012

Traducción libre del Capítulo 68 de Rayuela (del glíglico al español) Emily Arce

Apenas él le arruinaba el poema, a ella se le agolpaba la claridad y caían en miserias, en salvajes agonías, en pétalos exasperantes. Cada vez que él procuraba rearmar las pelusas, se enredaba en un gruñido quejoso y tenía que evolucionarse de cara al no verla, sintiendo cómo poco a poco las ardillas se espantaban, se iban atropellando, gimiendo, hasta quedar tendidas como el silbato de agonía al que se le han dejado caer los filos de carisma. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se torturaba las hormigas, presintiendo en que él aproximara suavemente su huérfano de luna. Apenas se entreplumaban algo como un unicornio los cristalizaba, los extrañaba y alteraba, de pronto era el clima, las furiosas invocantes de las materias, la aullante en boca previa del orgullo, los espasmos del mar de plasma en una sobrehumana pausa ¡Venga! ¡Venga! posadas en la cresta del muro, se sentía bipolar, perlas y maullidos. Temblaba el tronco, se vencían las mariposas, y todo se resolvía en una profunda puntura, en anomalías tendidas gasas, en carnes casi crueles que los apenaban hasta el límite de las risas.

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