viernes, 1 de junio de 2012

Traducción Libre del Capítulo 68 de Rayuela (Julio Cortázar) del glíglico al español Karla Portuguez

Apenas él le amarraba el cabello, a ella se le agrupaba el cerebro y caían en pedazos, en salvajes manadas, en animales exasperantes. Cada vez que él procuraba retomar las ideas, se enredaba en un grito de dolor y tenía que mostrarse de cara al monstruo, sintiendo cómo poco a poco la armada se juntaba, se iba mostrando, duplicando, hasta quedar tendido como el barro de pantano al que se le han dejado caer unas flores de marco. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tronaba los dedos, consintiendo en que él aproximara suavemente su oído. Apenas se entreplumaban, algo como un unicornio los entretejía, los separaba y movía, de pronto era el sillón, las esferas volcánicas de las materias, la alejaban asombrosamente del orgullo, los robots del marco en una sobre abertura pausada ¡Eva! ¡Eva! colapsados en la cresta del volcán, se sentía temblar, piernas y brazos. Temblaba el mundo, se vencían las mariposas, y todo se resolvía en un profundo pestañear, en miradas de antiguas gasas, en caricias casi crueles que los encaminaban hasta el límite de los océanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario